El pasado 13 de diciembre, en el Diario Oficial del Estado de Pernambuco, se hizo pública una lista de objetos que ya no podrán ser introducidos ni comercializados en Fernando de Noronha. La lista incluye botellas plásticas por debajo de 500 ml, bolsas, cubiertos, vasos y demás objetos que estén compuestos por polietilenos, polipropilenos o similares.
"Es un paso muy importante que estamos dando para la sostenibilidad del archipiélago. Noronha es un santuario, admirado por todos, y que por eso mismo necesita ser preservado. Después del periodo de concientización, la fiscalización será hecha por las superintendencias de Vigilancia Sanitaria y de Medio Ambiente del distrito", explicó Guilherme Rocha, administrador de la isla.
De acuerdo al documento oficial, la prohibición está vigente tanto para residentes como turistas y abarca restaurantes, bares, quioscos, cafeterías, ambulantes, hoteles y posadas. Todos tendrán un plazo de hasta 120 días para adecuarse. En caso de incumplimiento, se prevén notificaciones, incautación de material, multas y cese del permiso de funcionamiento en el caso de establecimientos comerciales.
Situado a unos 350 kilómetros de la costa nordeste brasileña, en el estado de Pernambuco, Fernando de Noronha es un archipiélago volcánico compuesto por 21 islas que ofrecen una alternativa de turismo sustentable, ya que constituye uno de los principales santuarios ecológicos del mundo. Sus atractivos incluyen playas paradisíacas, deportes acuáticos, buceo y avistamiento de delfines y tortugas marinas que llegan a anualmente a sus costas.
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