El parque alberga en el lado brasileño las famosas Cataratas del Iguazú declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Los datos publicados señalan un crecimiento de ingresos a la atracción turística por segundo año consecutivo y una mejora sustancial del 5% con relación al récord de 2017; asimismo, el parque consiguió otra marca histórica en el número de turistas extranjeros recibidos, donde la cifra asciende a los 846.223 visitantes denotando un incremento del 8% en comparación al año anterior. En este contexto los países de mayor procedencia de turistas, por orden de importancia, fueron Argentina, Paraguay, Francia, Estados Unidos, Alemania, España, Inglaterra, China y Perú.


"Los parques nacionales refuerzan el potencial global de Brasil como destino turístico. Brasil va más allá del turismo de sol y playa, ya que tiene naturaleza como su mayor riqueza; se trata de un posicionamiento mundial fundamental, pues somos la nación con mayor potencial del mundo en atractivos naturales", expresó Teté Bezerra, presidenta de Embratur.

Cabe destacar que el Parque Nacional Iguazú desde 1999 es administrado por un modelo público-privado, cuyo complejo posee hoteles de lujo, restaurantes, servicios de transporte y tiendas de recuerdos.

Las Cataratas del Iguazú, situadas en el límite entre la frontera de Brasil y Argentina, fueron elegidas como una de las "Siete maravillas naturales del mundo". Están formadas por 275 saltos, el 80% de ellos en el lado argentino, no obstante, un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y con 80 metros, también el más alto; se trata de la Garganta del Diablo que presenta toda su majestuosidad y puede ser apreciado desde sólo 50 metros de distancia.