Durante los tres días del evento -enfocado principalmente en soluciones tecnológicas y sustentables aplicadas al área de turismo- se contabilizaron más de ocho mil visitantes, principalmente provenientes de la Triple Frontera. Participaron activamente representantes del sector hotelero, proveedores de servicios, agentes de viajes y público en general todos con el ánimo de hacer negocios y generar nuevos contactos profesionales.

Con una localización estratégica, en una de las fronteras turísticas más importantes del Brasil, el festival es una prueba de la respuesta activa y positiva del sector a la economía. "La región muestra que el sector no se encuentra en crisis. En Foz de Iguazú, por ejemplo, se ha eliminado la exigencia de visas para visitantes de Estados Unidos, Canadá y Japón, y la valorización del dólar incrementa el interés de visitantes internacionales", señalaron organizadores de la feria.

Además de temas tecnológicos, el turismo religioso tuvo destaque especial com un salón exclusivo enfocado a cultura y temas espirituales, además de disertaciones orientadas a experiencias religiosas y estratégias para promocionar el Estado de Paraná y sus atractivos religiosos. Congregó a mucho público el robot " garçom", programado para servir platos y recomendar comidas saludables; así como el mapa de calor, capaz de analizar el comportamiento de visitantes en determinadas atracciones, presentadas por la empresa de Curitiba Fator BLE, especializada en investigaciones y desarrollo de soluciones tecnológicas.

Nuestro país estuvo presente con un importante stand y una delegación integrada por representantes de la Senatur y empresarios locales del sector. La ministra de Turismo Sofía Montiel de Afara tuvo a su cargo la presentación denominada "Viví lo autentico en Paraguay" ante operadores de turismo, agencias de viajes y prensa de la región, con el fin destacar la oferta de nuestro país como destino turístico.

En el cierre del festival, jefes de cocina de la Triple Frontera contaron sus respectivas experiencias y crearon un plato Jesuita Guaraní, preparado en base a la cultura gastronómica de Brasil, Paraguay y Argentina.