En el marco de la celebración mencionamos la llegada del primer Dreamliner 787-10, el “Oranjebloesem” (Azahar), avión amigable con el medio ambiente que se sumó a la flota y exhibe el nuevo logo de los 100 años. El Boeing 787-10 Dreamliner no solamente simboliza el centenario y la rica historia de la aerolínea, también es el claro ejemplo de la firme ambición que KLM demuestra en términos de sostenibilidad.
Creada en el año 1919, KLM Royal Dutch es la compañía aérea más antigua del mundo en operaciones, manteniendo el nombre original. El primer vuelo partió desde Ámsterdam a la ciudad de Londres con un avión De Havilland DH-16 alquilado para operar desde Ámsterdam a Londres. En el año 2004 se fusionó con Air France y el mismo año se integra a la alianza SkyTeam.
Entre los hitos de su rica historia podemos mencionar también la alianza estratégica que mantuvo con el fabricante holandés de aviones Fokker desde 1921 hasta el 2017. La compañía estableció el primer servicio de transporte público desde Ámsterdam al aeropuerto de Schiphol facilitando la conectividad ciudad aeropuerto; inauguró igualmente la primera oficina comercial, única en su tipo en 1924, el primer transporte de carga animal y el primer enlace intercontinental desde Ámsterdam hasta la actual Yakarta, en Indonesia.
Con base de operaciones en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, KLM vuela a más de 160 destinos en todo el mundo y mantiene una dinámica permanente de crecimiento. Este año suma a su red dos nuevas rutas en destinos muy alejados entre sí: Bangalore en la India y Liberia Guanacaste en Costa Rica.
En su rica trayectoria, KLM mantiene un modelo de negocios que es tomado como referencia por otras compañías. KLM se ha convertido en una compañía aérea de fama mundial, sinónimo de buen servicio, cuidadosa del medio ambiente y en una marca holandesa muy querida.
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