Para CLIA realizar la prueba del 100% de los huéspedes y la tripulación antes de abordar, con el requisito de una prueba negativa de COVID-19, validará el compromiso de la industria de priorizar la salud y la seguridad y el bienestar de los cruceristas, la tripulación y las comunidades visitadas.

La politica que será obligatoria para todas las líneas de cruceros miembros de CLIA, tiene vigencia inmediata y es aplicable a todas las embarcaciones con capacidad de más de 250 personas.

La medida también representa el primer pilar de lo que se convertirá en el Protocolo Global de CLIA sobre COVID-19, para prevenir y mitigar en la medida de lo posible el riesgo de transmisión en todos los aspectos del viaje del huésped, desde el momento de la reserva hasta el embarque, vida a bordo e incluso regreso a casa, en busca de una experiencia memorable.

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“Nuestros miembros representan el 95% de la capacidad mundial de cruceros. Somos una industria que antepone siempre a las personas, el cumplimiento y el medio ambiente y, durante más de 50 años, hemos consolidado nuestra eficiencia en la protección de la salud y el bienestar públicos, y no nos detendremos ahora”, expresó Kelly Craighhead.