Incluso con un regreso tentativo de navegación en aguas europeas de la compañía Costa, los cruceros por el Caribe y Sudamérica, que han estado cerrados desde el 13 de marzo continúan en un mar de suspensiones e indefiniciones de operaciones debido a la pandemia de COVID-19.

Royal Caribbean Group anunció recientemente la prolongación de la suspensión de sus cruceros hasta el 30 de noviembre (excluyendo Hong Kong), al igual que Norwegian Cruise Line (incluidas Oceanía y Regent Seven Seas) y MSC Cruceros para la mayoría de sus viajes.

También la Norwegian Cruise Line Holdings Ltd., que opera las marcas Norwegian Cruise Line, Oceania Cruises y Regent Seven Seas Cruises, ha anunciado la extensión de la suspensión de sus viajes hasta el día 30 de noviembre

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Sin embargo, a pesar de reconocer la incertidumbre en que se debaten, Arnold Donald, CEO de Carnival Corp, mencionó en la conferencia Seatrade Cruise Virtual 2020, “en términos de optimismo, creo que las posibilidades de que nuestros buques naveguen desde aguas estadounidenses en el 2020 con del 4.5, 4.9, en una escala de 5”

El ejecutivo destacó los estrictos protocolos obligatorios de salud y seguridad adoptados por la industria, incluidas las pruebas al 100 por ciento antes de embarcar, como señal de que las compañías de cruceros están listas para navegar, “nos destacamos con protocolos que van mucho más allá de lo que cualquier otro segmento de viajes está implementando” señaló.

Por su parte, Richard Fain, presidente y CEO de Royal Caribbean Cruises (que también cuenta con Celebrity y Azamara entre sus marcas), dijo que su nivel de optimismo es "muy alto" en que los cruceros en el hemisferio occidental se reanudarán este año. “Vamos a empezar con cruceros de prueba, y luego algunos cruceros cortos y poco a poco aumentaremos a medida que construimos nuestra experiencia ", comentó.

Sin embargo, un obstáculo con el que las líneas de cruceros no tendrán que enfrentarse, es la falta de demanda. “El negocio futuro es mucho más sólido de lo que cabría esperar, las compañías se encuentran tomando reservas para el futuro y eso muestra que la industria está viva”, destacaron desde la Norwegian Cruise Line en el evento.

CLIA puso en vigor un protocolo de prueba COVID-19 obligatorio entre las medidas de seguridad adoptadas por sus miembros como requisito para pasajeros y tripulación antes del embarque. Sin embargo, ante una eventual presencia del virus a bordo están implementadas medidas para impedir la propagación. Los cruceros cuentan con centros médicos a bordo, se aplican medidas de detección con controles de temperatura y otros protocolos, señalaron desde CLIA.

Un crucero es como una "ciudad en el mar" con sus propios restaurantes, bares, actividades y atracciones”, dice Donald, y agrega: " ¿qué ciudad está poniendo a prueba a todos sus ciudadanos antes de que les permitan moverse y participar en todas esas actividades?, entonces, con el simple concepto de pruebas al 100 por ciento, realmente nos destacamos”.