En São Paulo, la experiencia comenzó este mes y se extenderá hasta el 7 de agosto en la céntrica plaza Armando de Sales Oliveira, frente al Parque Ibirapuera, principal pulmón verde de la gran megalópolis brasileña.
Las opciones del Dinner in the Sky paulista incluyen desayuno, brunch, almuerzo, atardecer y cena, y la convocatoria es muy exclusiva: la plataforma sólo incluye a 22 personas por grupo, hay que reservar y pagar por anticipado. El menú es sorpresa, incluso para quienes tengan restricciones específicas, que deberán avisarlo con anticipación. La experiencia no impone dress code, sino apenas la sugerencia de llevar ropa cómoda y algún abrigo en caso de que refresque.
A la hora de subir, los comensales se sientan en una silla estilo gamer, y a cada uno le abrochan un cinturón que pasa por la cintura y a los costados del pecho, para que se sienta lo más cómodo posible dentro de la seguridad que impone la elevación. Empieza el ascenso y para quienes suelen marearse en las alturas, quizá lo mejor sea no mirar hacia abajo durante el proceso. La plataforma cuenta con nueve metros de largo y cinco metros de ancho, y todos sus asientos pueden girar 180º para que los comensales disfruten (si se atreven) de la vista panorámica. Algunas restricciones tienen el objetivo dar seguridad a los participantes, tal es el caso de las planchas de acrílico como separación entre los comensales, por precaución sanitaria.
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El costo de la experiencia (que ya disfrutaron 22 mil personas en su última edición en São Paulo), oscila entre los 250 y 600 reales por persona, y depende del horario elegido, dura entre 40 y 70 minutos. La plataforma se mudará a Río de Janeiro entre el 1 de septiembre y el 18 de diciembre.
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