La adhesión a Schengen de estos dos Estados miembros hará que la zona común sea más atractiva al ampliar significativamente la zona común más grande del mundo sin controles fronterizos internos.

Desde diciembre pasado, ambos Estados miembros han tomado todas las medidas necesarias para garantizar una aplicación fluida de las normas de Schengen a partir del 31 de marzo de 2024. 

Los marcos de cooperación lanzados a principios de marzo por la Comisión junto con Bulgaria y Rumanía se basan en la implementación exitosa del programa piloto con proyectos para procedimientos rápidos de asilo y retorno. 

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Además, se estableció una iniciativa regional sobre cooperación policial entre los Estados miembros a lo largo de las rutas de los Balcanes occidentales y el Mediterráneo oriental, incluidos Bulgaria, Rumanía, Austria, Grecia, Hungría y Eslovaquia. Bulgaria y Rumanía han demostrado continuamente un alto nivel de compromiso para garantizar una protección adecuada de las fronteras exteriores de la UE y han actuado constantemente como contribuyentes clave a la seguridad interna del espacio Schengen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que “es un día importante: Bulgaria y Rumanía se unen a la familia Schengen. Acojo con satisfacción el levantamiento de los controles en las fronteras aéreas y marítimas interiores. Este es un gran éxito para ambos países. Y un momento histórico para el espacio Schengen, el mayor espacio de libre circulación del mundo. Juntos estamos construyendo una Europa más fuerte y más unida para todos nuestros ciudadanos”.

El Consejo deberá tomar una decisión para fijar una fecha para el levantamiento de los controles en las fronteras entre Bulgaria, Rumanía y los demás países Schengen. La Comisión seguirá prestando todo el apoyo necesario a la Presidencia del Consejo para garantizar que se pueda tomar una decisión sobre las fronteras terrestres en 2024.

El espacio Schengen sin control en sus fronteras internas es uno de los logros más preciados de los ciudadanos de la UE. Lo que comenzó como un proyecto intergubernamental entre cinco Estados miembros en 1985 (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y Países Bajos) se ha ido ampliando gradualmente hasta convertirse en lo que hoy es la mayor zona de libre circulación del mundo. Además de facilitar la libre circulación de personas sin controles en las fronteras internas, Schengen beneficia significativamente a la economía europea.