La información que había trascendido hace algunos meses atrás finalmente fue oficializada por el Ayuntamiento de Venecia, que a partir del 1 de julio de 2020 prevé el cobro de una tasa de entrada a los turistas que pasen un día en la ciudad. A través de esta iniciativa se busca sacar provecho económico del gran flujo de visitantes en la famosa urbe italiana para hacer frente a los costes extra de mantenimiento en materia de operaciones de limpieza (aseo de bancos, puentes, etc) y eliminación de desechos.
Según informes de la prensa local, el impuesto afectará únicamente a los turistas que no pernocten en hoteles u otros establecimientos del área municipal; en tanto, desde el 1 de julio al 31 de diciembre la tarifa ordinaria será de tres euros, que ascenderá de acuerdo a la temporada pudiendo alcanzar seis euros en días de "bollino rosso" (afluencia masiva de turistas) y ocho euros en jornadas de "bollino nero" (nivel especialmente crítico).
Asimismo, a partir del 1 de enero de 2021 el régimen tarifario sufrirá algunas variaciones quedando configurado de la siguiente manera: seis euros para la tarifa estándar, ocho euros (bollino rosso) y diez euros (bollino nero). En el caso de los viajeros de un día que accedan al casco antiguo de Venecia en crucero u otro tipo de embarcación, se ha fijado una tarifa plana de 5 euros durante el 2020 y de 7 euros en 2021.
Si bien la idea inicial establecía que fueran los transportistas quienes -a través de los billetes vendidos- recaudaran el impuesto, finalmente se decidió que el Ayuntamiento asuma el cobro de la mencionada tasa. Para ello, actualmente están estudiando la creación de un sistema previo de cobranza que permita realizar la transacción mediante diferentes canales (tarjetas de crédito, transferencia bancaria, entre otros) y el desarrollo de sistemas de control.
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