Ante este escenario, es difícil anticipar las consecuencias pero sin dudas repercutirá negativamente en la recuperación del turismo por la incertidumbre que genera a futuro. La conectividad aérea es una de las primeras afectadas por el cierre de espacios aéreos. Un inminente aumento de costos energéticos es otra consecuencia anticipada además de una obligada disminución de viajes.

Mientras el sector todavía no ha logrado superar la crisis provocada por la pandemia, la invasión rusa a Ucrania afectará todavía mas la recuperación del sector reduciendo la actividad turística y los viajes. Representantes del Centro de Gestión de Crisis y Resiliencia del Turismo Global, señalaron que “La resiliencia debe convertirse en una función central de la infraestructura operativa y de planificación de todos los destinos que dependen del turismo”.  Por su parte, Taleb Rifai, ex secretario general de la OMT señaló que “son estos tipos de eventos globales los que tienen la mayor capacidad de causar interrupciones y por qué la resiliencia y su construcción son tan importantes”.