Las restricciones vinculadas al uso de mascarillas y pruebas de Covid se acaban para empleados y residentes en centros sanitarios y asistenciales. Sin embargo, el requisito de la mascarilla se mantendrá para las visitas a consultas médicas, hospitales y residencias de ancianos. 

El ministro alemán de Sanidad, Karl Lauterbach, anunció la medida, adoptada en consenso con los responsables de Sanidad regionales declarando: "La pandemia aún no ha terminado. Pero su gravedad ha decaído. El virus es controlable en la vida cotidiana". Las medidas ya se habían relajado gradualmente en las últimas semanas. A principios de febrero, por ejemplo, se suprimió la obligación de llevar mascarilla en trenes de larga distancia.