El sector, que había mostrado un dinámico crecimiento con la apertura de nuevas propiedades hasta momentos previos a la pandemia, fue uno de los más afectados. La etapa de reactivación continúa hasta nuestros días y el ejemplo es la reciente reapertura del Granados Park Hotel, un emblemático hotel del centro asunceno que se muestra renovado en infraestructura y servicios.
Los hoteles desempeñan un papel preponderante en la economía del turismo e igualmente definen la impresión del visitante, su conformidad o no, con relación a algunos aspectos del destino. La industria hotelera del país se encuentra estrechamente vinculada a la vida económica, cultural y deportiva a través de eventos, acontecimientos deportivos, conferencias, y conciertos que convocan a participantes de diferentes lugares. Es imposible hablar de desarrollo turístico sin considerar la interconexión existente entre hoteles y otros componentes de la infraestructura turística.
Cuando hablamos de hotelería, por la complejidad de estas empresas, debemos referirnos a esta actividad como una pequeña industria pues además de alojamiento ofrecen actividades de ocio, wellness, excelente gastronomía y otros servicios que son igualmente indicadores de la actividad turística local. Su desarrollo, así como la construcción de nuevos hoteles incrementa indudablemente el atractivo del destino impulsando la llegada de visitantes. Una infraestructura hotelera anticuada puede causar la pérdida de competitividad en el mercado turístico en general y en consecuencia una disminución del turismo.
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La hotelería local se encuentra en plena etapa de consolidación pero todavía requiere de mayor conectividad, algo vital en este proceso donde los mercados se encuentran diversificados. Como herramienta estratégica dentro de la estructura turística su buen funcionamiento y desarrollo son vitales para la industria y economía del país.
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