La habilitación del ingreso de nuevos operadores, la transparencia el modo en el que se asignan las posiciones y la posibilidad de que aerolíneas extranjeras puedan operar vuelos de cabotaje en el país se abren con este medida que modifica normativas arcaicas con décadas de vigencia.

El decreto, permite digitalizar trámites, desregular los servicios de rampa en los aeropuertos y agilizar los procesos para el otorgamiento de rutas, pero también habilita a quienes tengan pequeñas aeronaves a ejercer una industria lícita sin la burocracia actual que les exige los mismos requisitos de una gran línea aérea con la sola limitante de la seguridad operacional.

Según indica el decreto, el objetivo final de estas medidas, que el país tenga mayor conectividad, más frecuencias y nuevas empresas aéreas, lo que generará un mayor flujo de turismo en las provincias argentinas, con tarifas más competitivas para que más personas puedan volar. 

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Estas medidas permitirán que nuevas empresas operen en el país y, en tal caso, destruir monopolios creados por amigos del poder que subsistían injustamente a costa de los contribuyentes, y promoverán también las inversiones, explicaron desde el Gobierno.