El programa, que no tiene una fecha límite establecida, está disponible para viajeros de países como Estados Unidos, Canadá, México, China y otros más. El objetivo es incentivar a los visitantes a explorar zonas fuera de las rutas turísticas tradicionales. Sin embargo, algunos expertos en turismo advierten que esta estrategia, en lugar de aliviar el problema, podría agravar el sobreturismo en las principales ciudades del país.

La propuesta, que busca aliviar la presión que ejerce el excesivo número de turistas en ciudades como Tokio, Kioto y Osaka, en la mayoría de los casos no puede superar la atracción que ejercen destinos icónicos como el Monte Fuji o los templos históricos de Kioto aunque el transporte aéreo a zonas menos visitadas sea gratuito.

El excesivo volumen de turistas ha generado tensiones en las ciudades más populares de Japón provocando una escalada de los precios de los alojamientos, haciendo que los residentes locales tengan dificultades para acceder a los hoteles que solían frecuentar. 

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Además, en lugares icónicos como el Monte Fuji, el comportamiento inadecuado de algunos turistas ha llevado a medidas drásticas, como la instalación temporal de una barrera de 2,5 metros de altura para evitar el acceso a un sitio en el que los visitantes acostumbraban a hacerse selfies con vistas a la montaña. Las autoridades locales advirtieron que esta barrera se volvería a levantar si la cantidad de turistas seguía creciendo.

Tampoco se puede ignorar que algunas ciudades pequeñas no se encuentran preparadas para recibir grandes cantidades de turistas, lo que afecta negativamente a sus sistemas de transporte, servicios y alojamientos. Estas localidades, diseñadas para atender a un número mucho menor de visitantes, experimentan un “impacto abrumador” en su capacidad de respuesta. Esto podría llevar a un círculo vicioso en el que las localidades más populares sigan atrayendo turistas, mientras que las pequeñas, al no estar adecuadamente preparadas, pierdan atractivo como destinos alternativos.

 La ONU Turismo prevé que el gasto de los visitantes internacionales en Japón alcanzaría los 42.000 millones de dólares para finales de 2024. Un factor que está impulsando el gasto de los turistas en Japón es la debilidad del yen frente al dólar y otras monedas fuertes.