Con relación al primer punto señalado, la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo señaló el lunes pasado en una declaración que estaba “analizando el efecto de los despidos de empleados federales reportados sobre la seguridad de la aviación, el sistema del espacio aéreo nacional y nuestros miembros”.

Los recortes actuales de personal en los parques nacionales estadounidenses dejarán a cientos de ellos, incluidos los más visitados por turistas y residentes, con funcionarios reducidos en cantidad, enfrentando situaciones referentes a horarios de apertura y cierre, seguridad y protección de recursos.

Menos personal significa horarios más cortos en los centros de visitantes, aperturas demoradas y campamentos cerrados. La basura se acumulará, los baños no se limpiarán y los problemas de mantenimiento aumentarán, las visitas guiadas se reducirán y hasta la seguridad pública podría estar en riesgo, Todo esto posiciona a los parques en una posición insostenible que perjudicará al turismo, señalan desde los parques.

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Los despidos pueden obligar a los parques pequeños a cerrar centros de visitantes y otras instalaciones, mientras que los parques más grandes tendrán que funcionar sin trabajadores de recursos culturales que ayuden a los visitantes a interpretar el parque. También se ven afectadas las personas que capacitan a empleados temporales que trabajan como guardabosques, personal de mantenimiento y administradores de senderos.

Todo esto contradice y va a contramano de  una ley firmada por el mismo Trump hace cinco años que autoriza 6.500 millones de dólares a lo largo de cinco años para mantener y mejorar los parques nacionales.