El estudio, realizado entre más de 500 lectores de NewBeauty, publicación especializada en tendencias de moda y belleza con sede en Boca Ratón, Florida, reveló que el 36,4 % de los encuestados elige el encanto e intimidad de los hoteles boutique, mientras que el 37,5 % se inclina por la privacidad y exclusividad de las villas privadas.

La conclusión es clara: el nuevo estándar en los viajes de lujo combina diseño vanguardista, experiencias personalizadas y una sensación de aislamiento que transforma la estadía en un destino en sí mismo.

Los hoteles boutique destacan por sus interiores inspirados en la cultura local, un servicio íntimo y la capacidad de generar pertenencia en cada huésped. Por su parte, las villas privadas ofrecen libertad total: desde la posibilidad de contar con un chef personal hasta disfrutar de una piscina o una vista excepcional, garantizando espacio, privacidad y flexibilidad absoluta.

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Ambas alternativas representan un lujo sofisticado y natural, alineado con la evolución del turismo global. En la actualidad, la privacidad, la exclusividad y los destinos inéditos definen las preferencias de los viajeros de alta gama, confirmando que no se trata solo de dónde ir, sino de cómo se vive y se siente la experiencia al llegar.