El gobierno estadounidense tiene por norma advertir a sus ciudadanos sobre el riesgo de viajar a determinados países, calificando la seguridad de los mismos. Además de la clasificación a cargo del Departamento de Estado, las embajadas pueden emitir alertas relativas a hechos o situaciones de riesgo puntuales.

De acuerdo a una lista recientemente difundida, 11 países están incluidos dentro de la categoría 4 con “una alta probabilidad de riesgos para la vida”. Estos países son: Corea del Norte, Afganistán, Irán, Iraq, Siria, Yemen, Somalia, Sudán del Sur, República Centroafricana, Libia y Mali.

En la categoría 3, que insta a “reconsiderar el viaje” por “serios riesgos para la seguridad", están Cuba, Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador y Venezuela. Este último, con una advertencia añadida que hace referencia a "áreas con riesgos de seguridad aún más altos".

En el nivel 2, "el de ejercer mayor precaución", fueron añadidas naciones como México, Colombia, Brasil, Nicaragua, República Dominicana y Guyana. En México, varios estados también fueron incluidos en “alerta roja” (categoría 4) a la par de Siria o Yemen. Estos son Colima, Guerrero –incluyendo Acapulco- Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas. Otros 11 estados están en la categoría 3, quedando fuera Cancún y Riviera Maya, así como Los Cabos en Baja California Sur, Puerto Vallarta y Ciudad de México. En México, según el mapa detallado de la web del Departamento de Estado, persisten tres niveles de seguridad según los diversos estados.

España, Francia, Alemania y Reino Unido, también integran esta clasificación debido a la posibilidad de "ataques terroristas". En el caso de Turquía, Rusia, Guinea Bisáu, Mauritania, Níger, Chad y Sudán, se advierte de la necesidad de "ejercer cautela aumentada por el elevado riesgo de inseguridad".

Finalmente, en la categoría 1, el gobierno de los EE.UU. recomienda "ejercer precauciones normales” para quienes decidan viajar a destinos como Argentina, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay o Ecuador.

El gobierno estadounidense no prohíbe a sus ciudadanos viajar a algún lugar del mundo, solo realiza recomendaciones. La única excepción es Corea del Norte: si un ciudadano estadounidense quiere viajar a esa nación, debe pedir antes una autorización para usar su pasaporte o, si no la consigue, utilizar, si se tiene, uno de otro país.