Lo recaudado en este concepto será destinado a ayudar a mantener la ciudad, Patrimonio de la Humanidad. La tasa, que se cobrará a quienes pasen un día en la ciudad no se aplicará a quienes se alojen en hoteles u otros establecimientos, pues ya contribuyen a través del impuesto turístico. Están exentos igualmente los menores de seis años.


El pago se realizará junto a la compra de los billetes del transporte que utilice el turista y no podrá superar los 10 euros. La medida es similar a las que se aplican en otros destinos como Cataluña y Baleares, en España, y en ciudades como Ámsterdam, Berlín, Nueva York, Roma, Bruselas, París, Lisboa o Dubái.

La tasa tiene el propósito de contribuir a la limpieza de la ciudad y permitir que quienes viven en el lugar lo hagan con mayor decoro, según explicaron autoridades comunales. La ciudad recibe cada año 25 millones de turistas, de los cuales cerca de 14 millones van a pasar el día, pero no pernoctan.