Con el objetivo de reducir los costos y el impacto medioambiental, KLM Royal Dutch Airlines se ha convertido en la primera aerolínea en tomar la iniciativa de recolectar botellas de plástico de sus vuelos para posteriormente convertirlas en piezas de mantenimiento de aeronaves. Durante el proceso, las botellas son reducidas a filamento, material empleado por las impresoras 3D para la fabricación de las piezas.

“Estamos invirtiendo continuamente en productos y procesos innovadores y sustentables, tanto para nuestros consumidores como para la sociedad y nuestros propios empleados. Es fantástico ver cómo podemos crear productos útiles a base de materiales desechados”, dijo a la prensa internacional Ton Dormans, vicepresidente ejecutivo del departamento de Ingeniería y Mantenimiento de KLM.

Según lo explicado por la compañía, con esta iniciativa se brinda solución a la problemática generada por las toneladas de botellas PET que son descargadas anualmente en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol. Para el reciclaje se trabaja de forma conjunta con las firmas Morssinkhof Rymoplast y Reflow encargadas de proveer filamento plástico a cambio de botellas PET, reduciéndose el costo de la materia prima de 60 EUR/kg a 17 EUR/kg.

Desde un tiempo atrás, el departamento de Ingeniería y Mantenimiento de KLM está trabajando con impresoras 3D para la fabricación de piezas, utilizando 1,5 kilos de filamento por día. Algunos ejemplos son los tapones especiales para proteger neumáticos durante el proceso de pintura, cobertura impresa 3D para el mantenimiento de las hélices de la turbina y el diseño de una herramienta que permite a un solo mecánico retirar los compartimientos de equipaje superiores del Boeing 787.