La ciudad de Sanya, en la provincia de Hainan es la que muestra una recuperación más rápida y unas 25.000 personas vinculadas al sector de turismo han vuelto a trabajar. Se reabren hoteles, centros recreativos e instalaciones de restauración. Tambien algunos museos de Shanghai, de la provincia de Shaanxi y la provincia de Sichuan ahora aceptan visitantes con restricciones, reservas en línea, así como visitas digitales y audio guías. Se nota el despertar de la industria turística a media que las atracciones se van abriendo al público.

También en la provincia de Hubei el Gobierno pone fin a las restricciones, mientras que en Wuhan, el epicentro del coronavirus, la cuarentena concluirá el 8 de abril. El monumento más simbólico del turismo en el país, la Gran Muralla China luego de dos meses de clausura vuelve a permitir el ingreso de visitantes y aunque las visitas están limitadas a la zona de Badaling, la más popular, y solo se permitirá el ingreso de unos 20.000 visitantes diarios, un tercio del número habitual, significa un gran paso en la vuelta a la normalidad.

Las entradas para visitar la Gran Muralla se deben adquirir de forma anticipada y para ingresar, los visitantes deberán pasar por un control de temperatura, llevar mascarillas y mantener una distancia de un metro como medidas de seguridad. El monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco , recibe cada año más de nueve millones de visitantes.

Los habitantes de Wuhan, el lugar donde comenzó todo, ya tienen permitido salir de sus casas para pasear de forma limitada o ir a trabajar; si la cuarentena concluye el 8 de abril habrán pasado un total de 76 días bajo severas medidas de confinamiento.