El documento, Biosecurity for Air Transport: A Roadmap for Restarting Aviation, busca   proporcionar la confianza que necesitan tanto los gobiernos para la apertura de las fronteras a los viajes aéreos, como los pasajeros para volver a volar.

“No existe una única medida que pueda reducir por sí misma el riesgo y garantizar una reanudación segura de los vuelos; pero con un conjunto de medidas globales estratificadas y reconocidas mutuamente sí podemos conseguirlo. Esta es la mayor crisis de la historia de la aviación. El enfoque multinivel ha demostrado su eficacia en materia de seguridad integral y operacional. Y debe ser también el camino a seguir en aras de la bioseguridad”, dijo Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA.

Algunas de las recomendaciones de la IATA

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Previo al vuelo: IATA propone la recopilación de datos de los pasajeros antes del viaje por parte de los gobiernos —incluida información sobre su estado de salud— a través de canales bien probados, como eVisa o el sistema electrónico para la autorización de viaje.

En el aeropuerto de origen: IATA propone varios niveles de protección:

  1. Acceso a la terminal debería limitarse a empleados del aeropuerto o aerolíneas y viajeros (a excepción de los acompañantes de personas con discapacidad o menores).
  2. Control de temperatura por personal cualificado en los puntos de acceso a la terminal.
  3. Distanciamiento físico a lo largo de todos los procesos de atención al pasajero, incluida la gestión de filas.
  4. Uso de mascarillas por pasajeros y empleados, de acuerdo a la normativa local.
  5. Opciones de autoservicio para la facturación con el fin de reducir al máximo la confluencia de personas en los puntos de contacto y filas, como facturación online (con tarjetas de embarque electrónicas o impresas), puntos de autoservicio de equipaje (con etiquetas impresas desde casa) y autoembarque.
  6. Embarque eficiente mediante un nuevo diseño de las puertas de embarque, prioridad de embarque para reducir la congestión y limitación del equipaje de mano.
  7. Limpieza y desinfección de superficies de alto contacto en línea con la normativa local, y provisionamiento continuo de desinfectante de manos.

Durante el vuelo: IATA propone varios niveles de protección:

  1. Protectores faciales para todos los pasajeros y mascarillas para la tripulación.
  2. Servicio de cabina simplificado y productos de catering preenvasados para reducir la interacción entre pasajeros y tripulación.
  3. Medidas para evitar la confluencia de pasajeros a bordo, como, por ejemplo, la prohibición de hacer cola delante de los baños.
  4. Limpieza más profunda y mejorada de la cabina.

En el aeropuerto de destino: IATA propone varios niveles de protección:

  1. Control de temperatura por personal cualificado a requerimiento de las autoridades.
  2. Control automatizado de los controles de aduana a través de aplicaciones para el teléfono y tecnología biométrica (cuya eficacia ya ha sido demostrada por algunos gobiernos).
  3. Agilización de los reclamos de equipaje para reducir filas y mantener la distancia social.
  4. Declaración jurada de salud del viajero y seguimiento eficaz de contactos, medidas a tomar por los gobiernos para reducir el riesgo de importar cadenas de transmisión del virus.

Además la IATA destacó la necesidad de que estas medidas sean temporales y se revisen con regularidad, de modo que puedan ser reemplazadas por otras más eficientes o eliminadas en caso de que se vuelvan innecesarias. La IATA también puso  énfasis en dos medidas que podrían contribuir a un cambio radical en las medidas de bioseguridad y mejorar el proceso de los viajes aéreos hasta que se encuentre una vacuna:

Test de COVID-19: IATA respaldará los tests cuando sean escalables y proporcionen resultados fiables y rápidos. Los tests al inicio del proceso de viaje crearían un ambiente de viaje “esterilizado” que tranquilizaría tanto a pasajeros como a gobiernos.

Pasaportes de inmunidad: IATA respaldará el desarrollo de pasaportes de inmunidad, para diferenciar a los viajeros sin riesgo, cuando estén avalados por la comunidad científica y reconocidos por los gobiernos.

“Nuestra hoja de ruta es la manifestación del pensamiento de alto nivel de la industria respecto a la reactivación segura de la aviación. El tiempo corre en contra. Los gobiernos entienden la importancia de la aviación en la recuperación social y económica de sus países y muchos están planificando una reapertura gradual de sus fronteras en los próximos meses. Tenemos muy poco tiempo para llegar a un acuerdo sobre los estándares iniciales para apoyar la reconexión segura del mundo y dejar claro que los estándares globales son esenciales para el éxito. Esto cambiará a medida que la tecnología y la ciencia médica avancen. El elemento clave es la coordinación. Si no caminamos desde el principio juntos y de manera armonizada, tardaremos años en recuperarnos en medio de una situación dramática”, expresó De Juniac.