Ambas entidades advierten que imponer una maleta “trolley” sin costo adicional eliminaría la libertad de elección del consumidor, elevaría los precios de los boletos y generaría caos operativo.

Las dimensiones máximas propuestas son algo menores que las estándar (55x40x20 cm) que las aerolíneas de bajo costo suelen cobrar, limitando la suma de largo, ancho y alto a 100 cm.

“Cuando los reguladores se entrometen en cuestiones comerciales u operativas que no entienden, normalmente lo hacen mal. Nuestra investigación sobre consumidores nos dice que la mayoría de los viajeros quiere pagar el precio más bajo posible por su boleto y añadir los servicios que necesite. Eso es exactamente lo opuesto a una enmienda que obligaría a las aerolíneas a volver a empaquetar su oferta”, expresó Willie Walsh, director general de IATA.

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El organismo internacional realizó una encuesta en abril en la que el 72% de los viajeros estuvo de acuerdo con la afirmación: “Prefiero pagar el precio más bajo posible por mi boleto de avión y pagar extra por cualquier servicio adicional que necesite”, agregando que solo alrededor del 30% de los pasajeros paga actualmente por llevar una maleta en cabina, “lo que sugiere que si se adopta esta enmienda, una minoría sería subsidiada por la mayoría”.

Por su parte, A4E condenó la propuesta, que se votará el 24 de junio, y dijo que eliminará la libertad de elección del consumidor e impondrá la obligatoriedad de una maleta tipo trolley de cabina para todos los pasajeros señalando que el resultado será un aumento de costos para millones de pasajeros que no necesitan ni utilizan una maleta adicional tipo trolley e insistió al Parlamento Europeo a rechazar esta enmienda y preservar la libertad de elección del consumidor.