Los resultados destacan una mayor dependencia de los teléfonos móviles (smartphones) y la adopción creciente de la biometría y la identidad digital. A medida que aumenta la familiaridad con los procesos digitales, desde la reserva hasta la recogida de equipaje se incrementa su uso, sin embargo es fundamental seguir generando confianza, lo que convierte la ciberseguridad en una prioridad.
La encuesta confirma que los teléfonos móviles se han convertido en un elemento central del viaje del pasajero. Los viajeros utilizan cada vez más sus smartphones para reservar vuelos, gestionar pagos y programas de fidelización, así como para facturar, pasar por inmigración, embarcar y entregar el equipaje.
Las preferencias de pago también están cambiando. Si bien las tarjetas de crédito y débito siguen predominando (72%), se ha registrado un descenso significativo en comparación con 2024 (79%). El uso de monederos digitales ha aumentado considerablemente (del 20% en 2024 al 28% en 2025), y los pagos instantáneos, como IATA Pay, también han crecido (del 6% en 2024 al 8% en 2025).
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Los pasajeros desean que sus teléfonos móviles les ofrezcan aún más funcionalidades: el 78% quiere utilizar su smartphone como monedero digital integrado, pasaporte digital y tarjeta de fidelización para reservar, pagar y realizar trámites en el aeropuerto. El uso de etiquetas electrónicas de equipaje también está en auge, pasando del 28% en 2024 al 35% en 2025, lo que permite generar las etiquetas directamente en el dispositivo móvil durante la facturación.
El uso de la biometría en los aeropuertos se está expandiendo y la satisfacción de los pasajeros con esta tecnología ha alcanzado su nivel más alto hasta la fecha. La mitad de los pasajeros (50 %) ya ha utilizado la biometría en algún momento de su viaje, en comparación con el 46 % en 2024. Su uso es más común en los controles de seguridad (44 %), salidas (41 %) y entradas (35 %) en inmigración. Desde 2022, el uso de la biometría ha aumentado en casi 20 puntos porcentuales. Entre quienes ya han utilizado la biometría, el 85 % se mostró satisfecho con la experiencia. Además, el 74 % de los viajeros afirma que estaría dispuesto a compartir su información biométrica si esto significara no tener que presentar su pasaporte o tarjeta de embarque en etapas como la facturación, seguridad, inmigración y embarque.
La privacidad de los datos sigue siendo una preocupación, pero hay margen para generar confianza: el 42 % de los pasajeros que actualmente no están dispuestos a compartir sus datos biométricos afirma que lo reconsideraría si tuvieran garantías de protección de datos.
En cuanto a tendencias regionales, en America Latina y el Caribe los viajeros valoran la atención personalizada y prefieren pagar con tarjeta de crédito o débito. Son quienes más obtienen visas en consulados o embajadas. Si bien utilizan menos la biometría, muestran una gran disposición a adoptarla y un alto grado de satisfacción al hacerlo. La atención personalizada y la comodidad son prioritarias, pero aun así, se encuentran entre los menos satisfechos a nivel mundial.
Los viajeros jóvenes son los más proactivos en el uso de la tecnología para mejorar sus viajes, pero buscan mayores garantías de privacidad y seguridad. Son mucho más propensos a reservar vuelos a través de aplicaciones que los grupos de mayor edad, quienes aún prefieren los sitios web. A pesar de su alto nivel de familiaridad con la tecnología digital, son el grupo más difícil de satisfacer, ya que un menor número de viajeros reporta altos niveles de satisfacción con sus experiencias de viaje.


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