Recordamos igualmente que la crisis provocada por la pandemia está modificando algunos de los planes de Iberia con relación a la anunciada compra de la compañía, planes que estarán determinados finalmente por análisis y estudios de conveniencia de la compañía compradora en función del comportamiento del mercado y que incluirían hasta un eventual cambio de marca. La intención inicial de la compra fue reforzar el hub de Barajas, en Madrid, y eliminar a Air Europa como competidor de Iberia en los vuelos de largo alcance a America.

Air Europa ya cuenta con un préstamo bancario de 140 millones de euros y esta operación hoy día es clave en la negociación entre la compañía e Iberia ya que al momento de pactar la operación de compra en noviembre pasado se acordó un monto de 1.000 millones de euros libre de deudas hasta ese momento. La nueva ayuda solicitada por Air Europa se discrimina en un préstamo participativo de 201 millones de euros y un crédito convencional de 199 millones en condiciones preferentes. El engrosamiento de la deuda es determinante en la intención de Iberia de renegociar la compra a la que se suma el escenario adverso para la aviación mundial en los próximos años.

El valor de Air Europa no es el mismo de noviembre pasado, señala Iberia, porque al igual que otras compañías ha visto mermada su capacidad de generar beneficios a futuro. A esto, se debe agregar la ayuda financiera necesaria para su sobrevivencia.

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