“La apertura gradual destinada especialmente al turismo de compras y a la reactivación económica de Ciudad del Este, está fundamentada en situaciones epidemiológicas similares entre las ciudades fronterizas de Ciudad del Este y Foz de Iguazú”, comentó el ministro de Salud, Julio Mazzoleni a medios de prensa locales.

Por otra parte, el jueves 24 de septiembre, el Gobierno de Brasil resolvió extender el cierre de fronteras para extranjeros por lo menos hasta el 26 de octubre. La medida afecta a quienes desean ingresar por vía terrestre o medios fluviales a el territorio brasileño pero no a quienes ingresen por vía aérea y tampoco a residentes de ciudades limítrofes. La nueva medida no modifica los planes de reapertura previstos por nuestro país ni al ingreso de brasileños a ciudades limítrofes de Paraguay todavía con fecha a definir.

En espera de la confirmación definitiva de apertura, en Ciudad del Este se están ajustando las medidas y protocolos que serán implementados para evitar contagios, mientras en nuestra capital se mantiene cerrado el Silvio Pettirossi, principal medio de conexión internacional del país.

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Un cierre que en las actuales circunstancias no tiene sentido pues el traslado aéreo, sin importar el origen de quienes llegan al país, se realiza manteniendo estrictas y rigurosas medidas de seguridad, antes y durante el vuelo, complementadas por las aplicadas en nuestra principal estación aérea al arribo, con un control más personalizado y eficaz que el que eventualmente se podrá aplicarse en Ciudad del Este por el volumen y modo de ingreso de turistas compradores.

Los numerosos vuelos de repatriación, sin consecuencias negativas con relación a la propagación de la pandemia en nuestro país avalan este comentario y justifican el reinicio de operaciones aéreas y la consiguiente reapertura del Silvio Pettirossi.