Se permitirá el ingreso vía aérea, a través del Aeropuerto Internacional de Ezeiza y vía marítima, por el puerto de Buenos Aires. “Hemos trabajado con el Ministerio de Salud para crear las condiciones para que esto pueda suceder”, señaló Lammens, agregando que esta acción implica “un ingreso importante para nuestra economía y una etapa más en esta pandemia para dar vuelta a la página, sin abandonar la lucha contra el virus que nos tiene en plena batalla. Vamos a tener temporada de verano, y para eso tenemos que cuidarnos mucho, y estamos trabajando con cada una de las provincias para implementar un plan muy fuerte del Estado nacional para evitar contagios y saturación del sistema sanitario”.

Con esta acción, Argentina activará el turismo receptivo desde países limítrofes y es inminente la apertura de fronteras con experiencias piloto aunque todavía no están dadas las condiciones epidemiológicas para una apertura total de fronteras. Generalmente la temporada de verano se inicia en el mes de diciembre. El turismo en condiciones normales representa 10% del Producto Interno Bruto de Argentina, que está en recesión desde 2018 y con una economía golpeada por la pandemia.

Los turistas provenientes de países limítrofes no deberán cumplir una cuarentena al ingreso pero se pedirá un test PCR negativo, se les hará un control de temperatura y deberán entregar una declaración jurada.

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La semana pasada se reanudaron los vuelos regulares internos aunque se mantienen restricciones y frecuencias reducidas, tras siete meses de suspensión.