La medida fue anunciada el jueves 1 de abril y comienza a regir el lunes 4. La decisión del Gobierno obedece a cifras récords de nuevos casos de coronavirus a pesar de la exitosa campaña de vacunación en el país que ya ha alcanzado a siete millones de personas con al menos una dosis.

La medida, restringe la salida de chilenos y extranjeros residentes y prohíbe el ingreso de extranjeros no residentes. Su anuncio coincidió con la mayor cifra diaria de contagios de COVID-19 desde el inicio de la pandemia en Chile: 7.830 con un total de 193 fallecidos.

El país se encuentra en el momento más crítico de la pandemia y las autoridades sanitarias han detectado la presencia de las variantes brasileña y británica del covid-19. Evidentemente el éxito en el proceso de vacunación ha generado una falsa sensación de resguardo ante el virus, lo que se ha sumado a la reanudación prematura de varias actividades, como la educación presencial, gimnasios y casinos. Eso, según expertos, llevó a un alza sostenida de los casos.

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Además del cierre de fronteras hasta el 1 de mayo, el gobierno chileno anunció un adelanto en el inicio del toque de queda (se inicia a las 21:00 hs.) que rige desde hace un año y la limitación de las actividades consideradas hasta ahora como esenciales que han sido recategorizadas. También los desplazamientos individuales han sido limitados a dos por semana y la participación en servicios religiosos de redujo a cinco personas.