“Los pasajeros confían en el rápido avance de la tecnología para conseguir que el proceso de viaje se agilice y se reduzca el tiempo de espera en las colas, y respaldan la identificación biométrica si con ello lo consiguen. Antes de que el tráfico aéreo empiece a crecer de nuevo, tenemos delante una oportunidad para garantizar un reanudación fluida de los viajes aéreos tras la pandemia y ofrecer una mayor eficiencia a largo plazo para los pasajeros, las aerolíneas, los aeropuertos y los gobiernos”, dijo Nick Careen, vicepresidente sénior de operaciones y seguridad de IATA.

De acuerdo a la encuesta realizada por la IATA, el 73% de los pasajeros están deseando compartir sus datos biométricos para simplificar los procesos de viaje en los aeropuertos (por encima del 46% en 2019). Al mismo tiempo al 88% no le importa compartir información para el control aduanero antes de su partida con el fin de acelerar el proceso de viaje.

“La nueva verificación de los documentos relacionados con el COVID-19 está dilatando los procesos de viaje en los aeropuertos. Antes del COVID-19, los pasajeros pasaban un promedio 1,5 horas en el proceso de viaje (check-in, seguridad, control aduanero y recogida de equipaje). Los datos actuales indican que, si bien los viajes aéreos suponen solo un 30% de los niveles precrisis, los procesos de viaje en los aeropuertos han aumentado hasta un promedio de 3 horas. El mayor incremento se produce en el control de facturación y aduanero (emigración e inmigración), donde el soporte de las credenciales de salud para viajar sigue siendo el papel", expresaron desde la IATA.

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