Según el asesor médico de IATA, el Dr. David Powell, los factores que contribuyen a los riesgos muy bajos incluyen las características del diseño de la aeronave (dirección del flujo de aire, tasa de intercambio de aire y filtración), la orientación hacia adelante de los pasajeros mientras están sentados, el enmascaramiento bien reforzado y medidas sanitarias mejoradas. "La naturaleza controlada de la cabina de la aeronave en comparación con otros entornos cerrados agrega una medida adicional de protección", señaló el Dr. Powell.

Las autoridades de salud pública no han sugerido nuevas medidas para los ambientes interiores como resultado de Ómicron; y las recomendaciones de IATA para los viajeros, incluido el uso correcto de mascarillas, no han cambiado y son aún más importantes.