Delta considera igualmente la medida como muy necesaria para desalentar el aumento de la violencia a bordo de los aviones, que se ha visto incrementada en los últimos años y que incluso ha amenazado la seguridad de los mismos.

 “Esta acción ayudará a prevenir futuros incidentes y servirá como una fuerte advertencia de las   consecuencias de no cumplir con las instrucciones de los miembros de la tripulación en aviones comerciales”, señala la carta de petición al gobierno.

Los casos registrados en los vuelos de Delta el año pasado aumentaron al doble con relación a años anteriores y la misma compañía cuenta con casi 1.900 personas en su propia lista de exclusión. La mayoría de los casos se encuentran vinculados con la negativa a usar mascarillas en los vuelos. Los asistentes de vuelos son las primeras víctimas de estos pasajeros, y en algunas ocasiones han sufrido lesiones por parte de pasajeros agresivos.

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El FBI mantiene una lista federal de exclusión aérea , que se creó para prevenir ataques terroristas. El Departamento de Justicia no respondió ni realizó comentarios al pedido de Delta hasta el momento. La comisión de delitos federales en los aviones comerciales, como es el caso de pasajeros agresivos, que intimiden o amenacen con violencia a las tripulaciones, además de dañar a los mismos impide el cumplimiento de reglas críticas que ayudan a garantizar un viaje seguro.

Algunas compañías ya han restringido el servicio y la venta de alcohol durante la pandemia en parte como medida de seguridad. En algunos casos, los pasajeros violentos han estado visiblemente intoxicados o bajo la influencia del alcohol o las drogas, según asistentes de vuelo y videos en las redes sociales.