El Gobierno decidió la semana pasada derogar todas las restricciones existentes vinculadas al COVID-19. La decisión beneficiará a toda la cadena de valor del sector, facilitando el ingreso de visitantes. Para el sector MICE permitirá el ingreso de delegados, expositores y viajeros de negocios de todo el mundo. También se suprime el uso obligatorio de mascarillas y las limitaciones a reuniones, eventos y conferencias.

La decisión está basada en que las restricciones ya han cumplido su propósito y dejaron de ser necesarias. Se han eliminado absolutamente todas las pruebas y requisitos de vacunación para ingresar al país, así como los controles fronterizos de la enfermedad.

De esta manera, Sudáfrica buscará recobrar competitividad  y acelerar su recuperación luego de 26 meses de restricciones y rígidos controles de ingreso.  “Hemos llegado a un punto de inflexión desde el brote de COVID-19, en el mundo y en el país”, señalaron autoridades sanitarias en un comunicado oficial anunciando la derogación de las últimas tres regulaciones de la era coronavirus.

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La decisión beneficiará significativamente a la industria turística, acelerando los niveles de rentabilidad. Dos años antes del inicio de la pandemia, el sector de los viajes y el turismo generó 1,5 millones de puestos de trabajo y aportó 425.800 millones de rands a la economía sudafricana, lo que representa el 8,6% de la actividad económica total del país, convirtiéndola en la más grande de todo el continente africano.