La investigación contra los dos funcionarios,  el director de Administración y Finanzas y  la jefa del Programa de Tecnologías de la Información y la Comunicación, fue iniciada a la llegada de Zurab Pololikashvili a la Secretaría General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en enero de 2018. El Tribunal da la razón a los dos despedidos y condena a la OMT a pagar una indemnización de 200.000 y 280.000 euros, respectivamente, “por daños materiales”, según recoge la sentencia, que da un plazo de 30 días desde la publicación de la misma para efectuar el pago.

En el caso de la jefa de Tecnologías, que llevaba 27 años de servicio, los hechos constituían, según la OMT, una "conducta insatisfactoria" y eran "contrarios a las normas aplicables". Tras decidir suspenderla de empleo con sueldo mientras durase el proceso, el 13 de julio de 2018 el Secretario General le comunicó su decisión de despedirla sumariamente porque "había pruebas amplias e inequívocas" que sostenían que era culpable de un "incumplimiento grave" de los estándares de conducta del Servicio Civil Internacional. En opinión de Pololikashvili, las pruebas contra ella eran "abrumadoras e inequívocas" de que había "dispensado un trato preferencial a algunos proveedores e información interna confidencial", a  pesar del testimonio en contrario del ex secretario Taleb Rifai, bajo cuyo mandato habían ocurrido los hechos imputados, que no fueron tenidos en cuenta por Pololikashvili.

En parecidas circunstancias, el Director de Administración y Finanzas fue suspendido y posteriormente despedido. El Tribunal considera que la decisión fue ilegal y solamente justificado por la "irritación considerable" del secretario general Pololikashvili ante las críticas sin una base legal para la decisión adoptada.

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