El número de grandes cruceros  que atracan en la terminal marítima de Ámsterdam  disminuirá de 190 a un máximo de 100 por año. También los cruceros deberán utilizar energía eléctrica terrestre a partir del 2027.

La prohibición de los cruceros forma parte de un amplio paquete de medidas para limitar el crecimiento del turismo y combatir las molestias causadas a los habitantes locales. El municipio local reconoció la probable pérdida de ingresos que resultará de su represión del turismo, tanto terrestre como de cruceros, indicando que la pérdida podría estar entre 46 millones y 103 millones de euros. Autoridades portuarias esperan tener la terminal de pasajeros reubicada en la ciudad de Coenhaven, a unos 20 minutos de Ámsterdam para 2035.

La reducción de los cruceros marítimos es sólo una entre las más de cien medidas que la ciudad busca implementar para lograr una economía de visitantes sostenible. Por ejemplo, el 1 de enero de 2025, el centro de Ámsterdam se convertirá en una zona de cero emisiones para nuevos vehículos comerciales y de mercancías. Además, se están endureciendo las normas para la zona de bajas emisiones situada dentro de la circunvalación del centro.

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Aunque el municipio no mencionó los cruceros fluviales en su nuevo anuncio, en abril indicó que planea reducir el número de cruceros fluviales que visitan la ciudad de aproximadamente 2.300 a 1.150.