La orden sin precedentes, había estado vigente desde el 7 de noviembre afectando a miles de vuelos en todo el país. La preocupación por la seguridad, debido a la creciente escasez de personal en los centros de control de tráfico aéreo durante el cierre fue el principal motivo para la eliminación de las restricciones. Entre los aeropuertos afectados se encontraban importantes centros de conexión en Nueva York, Chicago, Miami, Los Ángeles y Atlanta.

Los recortes de vuelos comenzaron en un 4% y luego aumentaron a un 6% antes de que la FAA redujera el viernes las restricciones al 3%, citando mejoras continuas en la dotación de personal de controladores de tráfico aéreo desde que finalizó el cierre récord de 43 días el 12 de noviembre.

El comunicado de la FAA indicó que un equipo de seguridad de la agencia recomendó que se revocara la orden tras “revisiones detalladas de las tendencias de seguridad y la disminución constante de los incidentes que requieren personal adicional en las instalaciones de control de tráfico aéreo”.

Para leer las principales noticias turísticas de la semana, suscribite a nuestro newsletter de los viernes.

Los funcionarios decidieron poner fin a estas reducciones de vuelos, motivadas por la ausencia de controladores aéreos debido a la falta de pago, luego de que la FAA concluyera revisiones de seguridad que evidencian una disminución en los incidentes de riesgo, según un comunicado del Departamento de Transporte.

La medida, tomada por cuestiones de seguridad ante la ausencia de hasta 3.000 controladores, provocó retrasos que llegaron a superar al día los 9.000 vuelos retrasados o 2.900 cancelados.