La medida pretende evitar la ampliación de la prohibición de electrónicos en cabina, centrándose en un control riguroso mediante equipamiento tecnológico que incluye sistemas de seguridad y detectores de explosivos mejorados.

De acuerdo a informes, las aerolíneas tendrán un plazo de 4 meses para instalar los detectores de explosivos mejorados e implementar sistemas que incrementen el control a pasajeros y equipaje. “La inacción no es una opción. Estamos confiados en que las compañías cumplirán con estos requisitos adicionales y con los nuevos que serán exigidos para reforzar la seguridad en los vuelos”, afirmó John Kelly, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

Las aerolíneas celebraron que no se ampliarán las restricciones respecto al uso de dispositivos electrónicos en cabina. Sin embargo, fuentes del sector han expresado su malestar por los costos que deberán asumir y por el hecho de que fueron incluidos todos los vuelos directos a Estados Unidos, en vez de centrarse en donde la amenaza es mayor.