Desde el 1 de julio, y durante los próximos dos años, los visitantes podrán acceder a dos turnos: el matinal que va de 6:00 a 12:00 y el vespertino de 12:00 a 17:30. El máximo de personas por turno es de 2.673 y 3.267.


En cuanto al recorrido, este no podrá exceder el límite de cuatro horas por turno. En caso de querer permanecer todo el día, los interesados tendrán que adquirir entradas para ambos segmentos. Así mismo, cada visita deberá ser realizada con un guía, en grupos que no superen los 16 integrantes.


Entre las restricciones figuran las acciones indecorosas, el ingreso de alimentos, bebidas, animales (excepto perros guías), aerosoles, calzados con tacones, paraguas, instrumentos musicales, coches de bebé, instrumentos musicales, megáfonos o parlantes; con objetos punzocortantes y armas de cualquier naturaleza, y  banderolas, posters o carteles.

 

También está prohibido apoyarse sobre los muros, hacer grafitis, prender fuego y recolectar fauna o flora. Igualmente se prohíbe el ingreso de trípodes, selfie sticks, monopies y cualquier otro soporte para cámaras y celulares que sirva como elemento de estabilización y/o extensión para tomar fotos o filmar.


Dada su condición de Patrimonio de la Humanidad y Maravilla del Mundo, en febrero pasado fue aprobado, por el Gobierno del Perú, el reglamento de uso sostenible de Machu Picchu. Dicho reglamento, forma parte de las acciones que buscan evitar que la Unesco incluya a la ciudadela en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro.