“La fusión del programa Pre Check de TSA con Global Entry de Aduanas agilizaría la gestión de ambas operaciones; además, una mejor integración entre las dos aumentaría la seguridad en los aeropuertos, recordando que son cerca de 12 millones de registrados en los programas”, expresó el administrador de la TSA, David Pekoske, ante la industria aeroportuaria estadounidense.

Ambos programas se destacan por la identificación de viajeros "confiables", facilitando y agilizando la entrada de quienes viajan con frecuencia a los Estados Unidos. Para conseguir la habilitación, los interesados deben ser sometidos a una entrevista de chequeo de antecedentes penales.

En el caso de TSA Pre Check, los pasajeros registrados tienen permitido llevar sus zapatos, cinturón, abrigos o chaquetas, así como dejar sus computadoras y líquidos en los bolsos de mano. Una tasa de USD 85 se cobra cada cinco años para ser apto para el procedimiento.

En el Global Entry, por su parte, se excluye la necesidad de pasar por las filas de inmigración, bastando pasar el pasaporte en un lector electrónico al desembarcar en EEUU., entre otros beneficios con un pago único de USD 100.