“Como parte de la constante evaluación de nuestra red, hemos decidido cancelar nuestro servicio a La Paz efectivo el 4 de julio. Luego de esta cancelación continuaremos operando nuestro servicio diario entre Miami y Santa Cruz”, señala un comunicado de la compañía, señalando que el trafico generado no era suficiente para continuar la operación.
En opinión de los agentes de viajes bolivianos, esta decisión afectará sobre todo al sector gubernamental que tiene base en La Paz, y a organismos internacionales y cuerpos diplomáticos que tienen allí sus oficinas. El cierre de la ruta significa un impacto negativo para la ciudad en términos económicos, así como para los eventuales pasajeros. "Habrá despido de personal y quienes quieran viajar con la compañía deberán abonar un tramo extra" señalaron voceros de la Asociación Boliviana de Agencias de Viajes y Turismo (ABAVYT).
Voceros de la Asociación también mencionaron la posibilidad de que los costos operativos en La Paz hayan sido determinantes y que los precios y condiciones que ofrece Santa Cruz sean más convenientes.
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