De este modo, como una medida enfocada a reforzar la seguridad aérea, la Administración de Seguridad de Transporte (TSA) de EE.UU implementará una serie de revisiones adicionales dirigidas a la identificación de los polvos que sean transportados en equipajes de mano a excepción de los que cuenten con documentación que avale su composición tales como los medicinales y restos humanos.

De acuerdo al anuncio, los nuevos controles serán realizados exclusivamente a los pasajeros que ingresen a territorio estadounidense, puesto que en el resto de las operaciones aéreas ya se han implementado otro tipo de procedimientos mejorados en los puntos de seguridad.

Tras las revisiones adicionales, y en caso de no ser identificadas las sustancias, los oficiales de seguridad estarán habilitados para permitir o rechazar el transporte de las mismas dentro de la cabina de las aeronaves. Ante esta situación, a fin de evitar inconvenientes, las compañías aéreas recomiendan que los polvos de más de 340 gramos sean colocados directamente en el equipaje registrado.

La TSA resalta que los polvos son descritos como partículas secas finas producidas por la desintegración, aplastado o molido de sustancias sólidas, tales como harina, azúcar, café molido, especias, leche en polvo y cosméticos.