Ese tipo de regulación atenta contra las mejores prácticas del mundo perjudicando todavía más el potencial de la aviación comercial de Brasil, además de dañar los intereses de las empresas aéreas internacionales, ya que el país posee un de los combustibles más caros del planeta.

La libre concurrencia en el mercado de la aviación siempre ha traído beneficios a los pasajeros del transporte aéreo. La experiencia global ha demostrado que la fuerza del mercado libre es más eficaz para estimular la innovación y la creatividad por sobre el exceso de regulación del gobierno.

Uno de los grandes desafíos del Brasil es garantizar que todas las empresas aéreas tengan un ambiente regulatorio alineado con las mejores practicas globales, evitando así las deficiencias del sector. Países que estimularon y promovieron el transporte aéreo modernizándolo han evitado siempre un exceso de regulaciones y proteccionismo, creando condiciones ideales para el crecimiento de la industria beneficiando al país tanto en lo social como en lo económico.