Los números del mes de julio señalan que el tráfico total del mes en 2020 descendió 79,8% por debajo de los niveles de 2019, mientras el tráfico internacional en julio de 2020 fue 91,9% por debajo de los niveles de 2019.

“Proteger a sus ciudadanos debe ser la máxima prioridad de los Gobiernos. Pero demasiados Gobiernos están luchando contra una pandemia global de forma aislada con la visión de que cerrar las fronteras es la única solución. Es hora de que trabajen juntos para implementar medidas que permitan reanudar la vida económica y social, mientras controlan la propagación del virus”, dijo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.

Específicamente, la IATA pide a los Gobiernos que comprendan la gravedad de la crisis que enfrenta la industria aérea y sus consecuencias para sus ciudadanos e insta a centrar su atención en tres puntos principales: reapertura de fronteras, medidas continuas de socorro y liderazgo global.

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El mundo permanece en gran parte cerrado a los viajes a pesar de la disponibilidad de protocolos globales para permitir el reinicio seguro de la aviación. A pesar de que los aviones permanecen en tierra, la situación no mejora. En algunos casos se reemplazan los cierres de frontera por cuarentenas pero no se restauran los viajes ni el trabajo. También los requisitos de ingresos van cambiando permanentemente. Esta situación destruye la demanda. El diez por ciento de la economía mundial se sustenta en viajes y turismo y se debe trabajar para reiniciar el turismo, señalan desde la IATA.

IATA propone burbujas de viajes para mitigar los riesgos entre mercados específicos y prevé un uso mucho más amplio y estratégico de las pruebas de COVID-19 a medida que la tecnología mejora la precisión, la velocidad y las escalas de riesgo.

IATA propone un plan de acción de tres puntos para que los gobiernos reabran las fronteras de manera segura de la siguiente manera: implementando la guía de despegue de la OACI de manera universal; desarrollando medidas de prueba de COVID-19 que permitan la reapertura de fronteras reduciendo el riesgo de contagio y desarrollando un marco común de acuerdo que los estados puedan utilizar coordinando la reapertura de sus fronteras.