La presencia del robot fue motivada por la intención de complementar y aumentar otras prácticas de limpieza y protección, tanto de pasajeros como de personal aeroportuario, en tiempos del coronavirus. El Aeropuerto de Key West se encuentra entre los primeros en los Estados Unidos en contar una de estas sofisticadas unidades de desinfección que no utilizan elementos químicos.

Con un peso de algo más de 126 kilos y una altura de 1,8 metros, el robot, una vez programado y mapeado el espacio a desinfectar se traslada por las instalaciones del aeropuerto en forma autónoma con solo un operador supervisando la operación con una tablet.

El funcionamiento del robot es autónomo, ya que la luz que emite durante el ciclo de desinfección activo es tan intensa que solo se puede utilizar cuando las instalaciones se encuentran sin seres humanos presentes. Un sensor apaga la luz si se detecta la presencia humana para proteger a las personas de la exposición a los rayos UV.

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Los funcionarios del aeropuerto señalan que el robot puede desinfectar todos los espacios interiores del aeropuerto en aproximadamente dos horas y media. El aeropuerto mantiene otras medidas preventivas como la desinfección manual y la obligación de usar mascarillas para todos quienes se encuentren en las instalaciones de la terminal.