De acuerdo a información divulgada en medios argentinos, “no se va a cerrar el aeropuerto sino que se establecerá una reducción de 30% de las frecuencias semanales que llegan al aeropuerto de Ezeiza.” La medida busca complementar la decisión tomada dos semanas atrás en donde el Gobierno había resuelto el endurecimiento de los ingresos al país por vía terrestre y aérea, para evitar que una nueva cepa de coronavirus, ingresara, la cual rige hasta mañana 8 de enero.

En declaraciones a la agencia Télam, el ministro de Transporte, Mario Meoni expresó "habrá una reducción de un 30 o 40% de esos vuelos, en virtud de la progresión de la pandemia, y se hará un seguimiento de los pasajeros que ingresen al país"

La medida impactará a todas las compañías que retomaron vuelos a la Argentina, ya que deberán presentar una propuesta de reducción del 30% de sus frecuencias. Además continuarían suspendidos  los vuelos hacia y desde Gran Bretaña, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Australia.

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Esta nueva medida sólo afectará (por lo menos en principio) a los vuelos internacionales, no así a los de cabotaje.