Según lo anunciado por el gobierno federal brasileño, los vuelos internacionales a Brasil que tengan su origen o pasen por Reino Unido, Irlanda  del Norte y Sudáfrica están temporalmente prohibidos, por catorce días.

Los que no cumplan con las normas estipuladas podrán ser procesados ​​de manera civil, administrativa o penalmente. Los extranjeros serán repatriados, deportados de inmediato y descalificados para solicitar asilo.