Como modelo de negocios puede ser criticado como lo fue en su oportunidad la operación de vuelos de repatriación pero no se puede negar que es una buena opción para el agente vendedor en esta época de bajas ventas y una alternativa de vida para quienes disponen de dinero sobrante y el tiempo necesario para permanecer en el destino de aplicación entre una inoculación y la siguiente. .

Al revés de lo que ocurre localmente, donde hasta el momento la existencia de vacunas es prácticamente nula, en algunos destinos la existencia es tal que la aplicación no tiene restricciones de residencias ni nacionalidades y ese factor permitiría evitar la preocupación e incertidumbre de conseguirla alguna vez en nuestro país donde la cantidad de las dosis a recibir, las fechas de llegada y hasta el ritmo de vacunación son un profundo misterio.

Por otra parte, ese acceso a la vacuna para algunos pocos, evitando las condiciones de prioridad que existen en la mayoría de los países no serie ético y pondría al descubierto la tremenda desigualdad de condiciones entre un ciudadano común y quien posee privilegios y riqueza.

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El turismo médico es un gran negocio y existió desde siempre en todo el mundo, con pandemia o sin ella. Desde implantes dentales hasta operaciones de corazón. El turismo de vacunas es además una oportunidad de que algunas personas obtengan la dosis más rápido y de que otra persona, en el lugar de origen del pasajero, la obtenga también en el orden de prioridades que le corresponda.

Después de todo, un viaje de vacunación es solo un viaje más de vacaciones de tres a cuatro semanas de duración, donde los viajeros también tienen la oportunidad de programar dos visitas médicas, recibir las vacunas contra el coronavirus en sus dos dosis y entre aplicación y aplicación, alojarse en buenos hoteles y disfrutar de ese tiempo.

Un ejemplo de esto es la agencia Gem Tours & Travels, de la India, que desde finales de noviembre, esta empresa empezó a ofrecer paquetes de 4 días de viaje de Bombay a Nueva York con vacuna incluida para cualquier ciudadano indio con visado estadounidense válido para 10 años.

Desde el Reino Unido, la agencia de viajes de lujo Knightsbridge Circle ha cerrado un acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos para que los clientes de la agencia puedan viajar allí en avión privado, a ponerse la vacuna china Sinopharm, que se administra desde el 31 de enero en los Emiratos, de acuerdo a información publicada por The Guardian.

Quienes no están de acuerdo mencionan razones éticas y hasta riesgos sanitarios si las vacunas no están certificadas por organismos de salud y problemas para los residentes locales en destino. En enero, en Florida, Estados Unidos, el gobierno se vio obligado a cambiar sus reglas de vacunación para evitar que los no residentes invadieran el destino en busca de vacunas.

El turismo de vacunas también erosiona la confianza en un sistema de atención médica que idealmente debería tratar a todos por igual, pero que en la práctica favorece a quienes poseen privilegios que no existen para otros. Pero, ¿acaso el turismo de vacunas no es igualmente una oportunidad de salvar vidas que estarían en riesgo en tiempos de espera?

Si en algún destino, los residentes locales ya han sido vacunados y todavía sobran dosis, sería oportuno apoyar y legalizar esta opción de viaje que muy bien puede convertirse en una oportunidad para una industria también enferma.

Después de todo, unas vacaciones en una playa de arena blanca esperando la segunda dosis no suena tan mal si uno tiene el dinero suficiente para pagarlas.