Aunque tardíamente, las vacunas están llegando localmente pero su escasa disponibilidad obliga a establecer niveles de prioridad para su aplicación. Hoy día se encuentran disponibles solo para personas de avanzada edad por lo que un importante número de ciudadanos deben seguir esperando y sobre todo confiando, en que las vacunas finalmente, en algún momento, estarán disponibles también para ellos. La escasa confiabilidad en nuestra estructura de salud y en su capacidad de gestión para adquirirlas, hace que un número cada vez mayor de personas viaje al exterior para recibir las ansiadas vacunas.

A una respuesta escasa y casi inexistente localmente al problema, enfrentada a una gran demanda corresponde buscar soluciones donde estas se encuentren.

La apertura y facilidad de vacunación en algunos destinos, sumadas a la gran demanda convirtieron al turismo de vacunas en una próspera industria mundial. También la incipiente apertura en algunos países y su creciente necesidad de atraer turistas como herramienta de reactivación económica, han facilitado la creación y el desarrollo de esta tendencia.

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Es difícil encontrar cifras confiables sobre el número de viajeros que salen del país en busca de vacunas pero indiscutiblemente la demanda mantiene un ritmo alto de crecimiento. Un fenómeno puesto en evidencia por las dificultades en conseguir lugares en vuelos a Estados Unidos y al alto número de renovaciones de visas para ingresos a ese país registrados en los últimos meses.