Antes de la pandemia, los pasajeros pasaban alrededor de una hora y media en los procesos necesarios de control y embarque en aeropuertos. Los datos actuales hablan de un tiempo promedio de tres horas. Sin nuevos mecanismos de control y mejoras en los procesos, el tiempo podría ascender a cinco horas y media.

“Sin una solución automatizada para los controles COVID-19, podemos ver el potencial de interrupciones significativas en los aeropuertos. El tiempo promedio de espera y procesamiento de pasajeros ya se ha duplicado con respecto a lo que era antes de la pandemia en horas pico, aun considerando que muchos aeropuertos mantienen el mismo nivel en número de personal para un nivel de tráfico muy inferior. El tiempo de espera para el check-in o para los trámites fronterizos es excesivo. Se debe automatizar la verificación de las vacunas y de las pruebas antes de que el tráfico aumente más. Las soluciones técnicas existen pero son los gobiernos deben alinear los procesos para aceptarlos”, dicen desde la IATA.

En las últimas dos décadas, los viajes aéreos se han reinventado con procesos de autoservicio para los pasajeros. Esto permite a los pasajeros llegar a los aeropuertos prácticamente listos para volar. Con la tecnología de identidad digital los procesos de inmigración también tienden cada vez más al autoservicio utilizando procesos electrónicos.

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La verificación de documentos, especialmente los de salud en papel y con control manual requieren mucho tiempo en las actuales circunstancias. Si los gobiernos requieren credenciales de salud para viajar, los procesos automatizados son la solución para un reinicio ágil y sin muchas demoras, lo que se lograría con certificados digitales reconocidos, estandarizados y aceptados mundialmente.