“El anuncio es un gran paso adelante. Permitir el ingreso a los EE. UU. para las personas vacunadas incrementará el número de viajes al país. Para aquellas personas que han estado bloqueadas durante los últimos 18 meses es una excelente noticia. Igualmente la noticia favorece a millones de personas que tienen al turismo como medio de vida. También impulsará la recuperación económica al habilitar algunos mercados clave de viajes de negocios”, dijo Willie Walsh, director general de IATA.

“El próximo desafío es encontrar un sistema para gestionar los riesgos de los viajeros que no tienen acceso a las vacunas. Los datos apuntan a las pruebas como solución. Pero también es fundamental que los gobiernos aceleren el lanzamiento mundial de vacunas y acuerden un marco global para los viajes en el que los recursos de prueba se centren en los viajeros no vacunados. Debemos volver a una situación en la que la libertad de viajar esté disponible para todos”, dijo Walsh.

A partir de noviembre, todavía sin una fecha establecida, los viajeros internacionales con destino a los Estados Unidos deberán demostrar que están vacunados antes de subir al avión, y también deberán llevar un test negativo de COVID-19 hecho tres días antes del viaje. Las nuevas normas también afectarán a los ciudadanos estadounidenses no vacunados que quieran ingresar a su país desde el extranjero, quienes deberán realizarse un test el día antes de su salida de los EEUU, igual que a su vuelta.

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