El Ministerio de Turismo informó además que solo deberán presentar un test negativo de coronavirus previo al viaje las personas no vacunadas. No obstante, el Gobierno advierte que mantendrá la vigilancia en los principales puntos de entrada a Cuba, entre ellos los aeropuertos, y que se realizarán pruebas de forma aleatoria para descartar la entrada de enfermos. También reforzará la supervisión de hoteles y de casas particulares acreditadas como establecimiento turístico.

Conforme a esta nueva normativa, los cubanos con residencia en la isla que lleguen al país deberán registrarse en el centro de salud que le corresponda en un plazo máximo de 48 horas. Igualmente, el mercado cubano se abrirá totalmente al turismo interno a partir del 15 de noviembre con excepción del polo turístico de Varadero que ya estará abierto a partir del 25 de octubre.

El Ministerio del Turismo ha justificado la "reapertura controlada y escalonada" de los viajes internacionales atendiendo al avance de la campaña de vacunación, que en principio habrá alcanzado en noviembre a más del 90 por ciento de la población y al descenso en los niveles de contagio. Las autoridades igualmente ya piensan en una cuarta dosis de refuerzo para trabajadores de determinados sectores, incluidos aquellos vinculados al turismo, la inmigración o el transporte, en previsión del repunte de llegadas.

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