El pronóstico sobre la recuperación a corto plazo ha cambiado ligeramente en línea con la evolución de las restricciones de viaje impuestas por algunos gobiernos. Sin embargo, se mantiene el último pronóstico a largo plazo de IATA con respecto al divulgado en noviembre, antes de la variante ómicron.

“La variante ómicron no ha cambiado la tendencia de la recuperación del sector de pasajeros aéreos, afectado por el COVID-19. La gente quiere viajar. Y a medida que se levantan las restricciones de viaje, regresan al cielo. El camino hacia la normalidad es largo, pero la previsión sobre la evolución del número de pasajeros es una señal alentadora”, dijo Willie Walsh, director general de IATA.

El último pronóstico muestra un escenario de recuperación internacional a corto plazo ligeramente más optimista en comparación con el pronóstico de noviembre de 2021 gracias al levantamiento progresivo (o eliminación) de las restricciones de viaje en muchos mercados, como en los principales mercados intraeuropeos y del Atlántico Norte, y que fortalecen el camino hacia la recuperación. Por el contrario, la recuperación se retrasa en Asia-Pacífico por culpa de las medidas severas fronterizas impuestas por el mayor mercado de la región, China, y que no muestra signos de que vaya a relajarlas en un futuro próximo.

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El pronóstico de los viajes domésticos es algo más pesimista respecto a noviembre. Se recuperan los mercados nacionales de EE. UU. y Rusia, a diferencia de lo que ocurre en otros mercados principales, como China, Canadá, Japón y Australia.

“Lo que frena la recuperación de los viajes aéreos son las restricciones que los gobiernos imponen a los viajes. Afortunadamente, cada vez más gobiernos entienden que las restricciones de viaje tienen poco o ningún impacto a largo plazo en la propagación de un virus, y reconocen su escaso beneficio frente al enorme perjuicio económico y social que causan. Como resultado, la eliminación progresiva de las restricciones está mejorando el pronóstico de los viajes aéreos”, dijo Walsh.

Con respecto al mercado latinoamericano: el tráfico hacia/desde/dentro de Latinoamérica ha sido relativamente resistente durante la pandemia y se pronostica un 2022 fuerte, con restricciones de viaje limitadas y flujos de pasajeros dinámicos dentro de la región y hacia/desde Norteamérica. Se prevé que las cifras de pasajeros de 2019 se superen en 2023 en América Central (102%), seguida de América del Sur en 2024 (103%) y el Caribe en 2025 (101%).

El pronóstico no calcula el impacto del conflicto Rusia-Ucrania. En general, el transporte aéreo es resistente a las crisis y es poco probable que este conflicto afecte el crecimiento a largo plazo del transporte aéreo. Es demasiado pronto para estimar cuáles serán las consecuencias a corto plazo para la aviación, pero está claro que existen riesgos, en particular en los mercados expuestos al conflicto.